En la impermanencia de tu brillo
te veo brillar
con la garganta fuera del ámbar
con la lengua en el centro de la ácida mucosidad
tomando con la punta el sabor del tungsteno
en la punta moteada por polvo de polillas
y embriones de ubicuescencia
Mi aliento es cóncavo y frío por encima de mis ojos
Mi aliento es una trompeta que aspira el silencio
y mece la casa del vacío hasta derribarla sobre tu nacimiento
Autor: Niño sin ser
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