Dejé mis plumas en los cabellos de mi muerto
Dejé las llagas de mi pensamiento que decían soy
al borde de las aguas y con el fuego encendido
empujé la balsa
lo ví alejarse hasta desaparecer
Con los pies mojados y los cabellos ardiendo
lo escuchaba cerca respirar en paz
y leía su aliento apoyando mi mejilla en el cuenco de mi mano
y veía su aliento a través de mis párpados
en cualquier lugar y tiempo donde posara mis ojos
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