Ahora que la velocidad hace
más esbeltas a las montañas
y concentra en el agitado presentimiento del tacto
su desubicación por el ancho valle
podría decirse que toda la tierra está en el aire
que yo soy la nieve
esperando
incluso al núcleo de fuego
en este punto en el que mi cuerpo se intercala
dentro del viejo y largo grito
Autor: Niño sin ser
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