Amigos de ignoto, discrepo con el tono de despedida en sus comentarios y lo fundamento en prosa:
Ayer por la noche recibí llamadas y mensajes de texto que anunciaban una catástrofe, una pérdida sustancial: había muerto “El Flaco” Spinetta. Llegué a casa y puse el disco que tenía a mano para despedirme, sonaba Pescado Rabioso: su blues brutal, la guitarra estallaba en un llanto de pasión y los versos, simplemente exquisitos. No obstante, estaba inmerso en un diluvio de notas y canciones que ya no eran las de la banda sonora, sino que aparecía Invisible, Almendra y la vasta obra de aquél.
Por otro lado, recordaba los últimos disidentes, Sábato, “El Beto” Satragni y “Ludo”; no pude evitar ir a lo trágico, rememorar el momento en que supe de su partida, la coincidencia de la enfermedad que terminó con tres de ellos, pero no era lo fundamental, estaba aún en lo superficial, pues, reconocía sus aportes, genialidad y humanidad; sin embargo el sentimiento era otro.
Seguía sonando el blues, era el último tema y no había resulto el acertijo. El silencio dio paso al silbido del viento, al murmullo del movimiento de las hojas y ella se acordó:
— ¿No me habías dicho que tenías la grabación de Meridiano Juvenil?
— ¡Efectivamente! – respondí. Procuramos el pasa casette, retrocedimos la cinta y comenzó la locución radial.
Continuaría con el blues, escucharía una voz distinta pero muy familiar; saltó el botón “rew” y comenzó el programa: presentaban a un hombre que, aparentemente, era el habitual encargado de nutrir a la audiencia con el género en cuestión. Era Roberto, perdón, el “Ludo”; volvía a sentir su voz —pues nunca lo escuché, a los tipos de su clase, extremadamente sensibles, no se los escucha ni se los ve, se los siente en el amplio sentido de la expresión (valga la redundancia)—, era un erudito, no decía “güevón” ni “pelotudo”, tampoco “impresionante”, de todas formas, si no lo sacaba por su característica manera de hablar lo hacía por otra clase de manifestación, su favorita: la música, el blues.
El lado A finalizó, nuevamente el silencio ganó su lugar, me paré decidido a cambiar de posición el cassete pero me detuve. Ya no había dudas, ya no había acertijo. No es posible despedir a estos tipos, han encontrado la manera de quedarse entre nosotros y únicamente “atado a mi destino sus ojos al final olvidaré.”
11 comentarios:
Estimado Ignoto,
qué pérdida para el rock en español. El más grande compositor, lo ví cada vez que vino a mi país.
acabo de leer la noticia y me da mucha pena, por la calidad de persona, de músico, de ser humano que encarno este artista. Adios al capitán Beto.
Flaco, RIP. :(
Tanto hijo de puta jodiendo en la vida,y a nosotros se nos fue UN GRANDE ENTRE LOS GRANDES.CHAU FLACO.DANY
Tamos tristes...hasta luego flaco querido...
Duele.....
..."Todo viene y todo va,
duramos una eternidad
y el reposo bajo el bosque me espera"...
CHAU FLACO !!!
"Todas las hojas son del viento
ya que él las mueve hasta en la muerte
Todas las hojas son del viento
menos la luz del sol"
Flaco, tu poesia y musica alumbro nuestros caminos en los momentos mas oscuros, gracias por tu luz y brillo.Hasta la vuelta genio!
Chaman
Muchas gracias a este sitio, y a Ignoto por compartir su hermosa musica recientemente.
Chaman
Flaco podrías haber estado unos diez añitos mas entre nosotros... pero supongo que la Eternidad Imaginaria es tuya. Mañana es mejor!
ASM, Argentina
Creo que a los amigos extrajeros deberíamos contarle que el Flaco es: Luis Alberto Spinetta ( http://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Alberto_Spinetta )
Flaco: te dejo un abrazo como pobre pago para todo lo que me diste
Amigos de ignoto, discrepo con el tono de despedida en sus comentarios y lo fundamento en prosa:
Ayer por la noche recibí llamadas y mensajes de texto que anunciaban una catástrofe, una pérdida sustancial: había muerto “El Flaco” Spinetta. Llegué a casa y puse el disco que tenía a mano para despedirme, sonaba Pescado Rabioso: su blues brutal, la guitarra estallaba en un llanto de pasión y los versos, simplemente exquisitos. No obstante, estaba inmerso en un diluvio de notas y canciones que ya no eran las de la banda sonora, sino que aparecía Invisible, Almendra y la vasta obra de aquél.
Por otro lado, recordaba los últimos disidentes, Sábato, “El Beto” Satragni y “Ludo”; no pude evitar ir a lo trágico, rememorar el momento en que supe de su partida, la coincidencia de la enfermedad que terminó con tres de ellos, pero no era lo fundamental, estaba aún en lo superficial, pues, reconocía sus aportes, genialidad y humanidad; sin embargo el sentimiento era otro.
Seguía sonando el blues, era el último tema y no había resulto el acertijo. El silencio dio paso al silbido del viento, al murmullo del movimiento de las hojas y ella se acordó:
— ¿No me habías dicho que tenías la grabación de Meridiano Juvenil?
— ¡Efectivamente! – respondí. Procuramos el pasa casette, retrocedimos la cinta y comenzó la locución radial.
Continuaría con el blues, escucharía una voz distinta pero muy familiar; saltó el botón “rew” y comenzó el programa: presentaban a un hombre que, aparentemente, era el habitual encargado de nutrir a la audiencia con el género en cuestión. Era Roberto, perdón, el “Ludo”; volvía a sentir su voz —pues nunca lo escuché, a los tipos de su clase, extremadamente sensibles, no se los escucha ni se los ve, se los siente en el amplio sentido de la expresión (valga la redundancia)—, era un erudito, no decía “güevón” ni “pelotudo”, tampoco “impresionante”, de todas formas, si no lo sacaba por su característica manera de hablar lo hacía por otra clase de manifestación, su favorita: la música, el blues.
El lado A finalizó, nuevamente el silencio ganó su lugar, me paré decidido a cambiar de posición el cassete pero me detuve. Ya no había dudas, ya no había acertijo. No es posible despedir a estos tipos, han encontrado la manera de quedarse entre nosotros y únicamente “atado a mi destino sus ojos al final olvidaré.”
Es tan difícil... Cuántas cosas nos hizo sentir siempre con su obra y su manera de plantarse...
Me quedo con la síntesis de Ignoto, porque es así:
"Puta madre carajo!!!... Chau flaco querido"
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